El “sector 129” está situado en la periferia este del núcleo urbano de Granollers, con más contacto con los tejidos situados al norte de la calle Josep Umbert con la Torreta de La Roca que con el ensanche que envuelve la estación del ferrocarril.
No obstante, las visuales que se establecen entre el sector y el barrio alrededor de la estación lo hacen aparecer como un territorio cercano al centro de la ciudad, a pesar del corte evidente que supone el lecho de vías del ferrocarril.
A pesar de este inconveniente, las expectativas de cubrimiento de las vías y su posición respecto a la red viaria –además de la proximidad física con la ciudad construida- hacen de este un territorio idóneo para ser completarlo como un sector con gran potencial de desarrollo y enraizado en el tejido urbano de la ciudad, con una posición privilegiada dentro el sistema urbano del Vallès Oriental.
Los factores que lo hacen idóneo para su desarrollo como nuevo sector residencial, con capacidad de acoger intensidad de edificación y densidad de viviendas y otros usos son varios:
1. La posición del sector respecto al sistema viario del Vallès lo sitúan en un punto privilegiado, dado el contacto directo con la ronda sur de Granollers, y la posibilidad de transformar el actual nudo –que solo resuelve algunos de los movimientos necesarios- en una auténtica puerta de acceso.
2. La otra buena accesibilidad –la del ferrocarril- que viene dada por la proximidad de la estación de Granollers, que se verá reforzada con la construcción de la vía orbital ferroviaria, que prevé situar su trazado justo debajo del actual trazado de rodalías, transformando la actual estación en intercambiador ferroviario.
3. La transformación de la estación para adaptarla al nuevo servicio debe favorecer la transformación de todo el ámbito del lecho de vías actual en un centro de actividad terciaria y en un intercambiador modal de movilidad, con un proyecto global que se deberá plantear el cubrimiento parcial de las vías para conectar ambas bandas de la ciudad.
4. Su condición de límite de ciudad favorece el contacto con el medio natural, estableciéndose así una red de espacios libres que contempla la conectividad de los espacios verdes urbanos con el medio natural a través de la red de caminos existentes en el suelo agrícola.
La estructura urbana propuesta, atiende con gran cuidado a las condiciones topográficas y de vegetación existentes hoy día en el sector. En este sentido, se propone la acumulación de intensidad de techo y también de actividad en la parte baja del ámbito, dejando para las cotas superiores los usos residenciales menos intensivos, que se integran mejor en la difícil topografía de las cotas altas.
Por otro lado hay que entender la ordenación del ámbito como una primera fase de una actuación más ambiciosa, que debe transformar el lecho de vías en un nodo terciario importante que permita el salto de la barrera del ferrocarril.
Para este motivo, se propone una primera línea de fachada –que será la que se verá desde el lado de la estación- que concentra la actividad terciaria, y que después pasará a ser una de las dos caras de la futura “calle mayor” de la actividad que se desarrollará con la transformación de las actuales vías muertas del ferrocarril.
Esta fachada se interrumpe en tres puntos que conectan el vial de la cota inferior con los espacios libres y los equipamientos propuestos en la cumbre. De los tres, se concede un mayor protagonismo al central, que resigue el eje del paseo de Cristóbal Colón-Estación-Equipamiento de cumbre.
En paralelo en la calle de debajo, atendiendo a las condiciones topográficas, se traza un vial de pendiente suave que une la nueva puerta de acceso desde la ronda con la calle Josep Umbert, y que sirve de soporte a las edificaciones residenciales propuestas.
Promotor: INCASOL / Equipo redactor: JORNETLLOPPASTOR / Colaboradores: DOYMO, movilidad; TADEC S.L., proyecto urbanización / Superficie: 21 Ha.